Es la culminación de un fructífero esfuerzo conjunto por establecer programas integrados entre las ciudades de Montevideo y Buenos Aires, enmarcados en sendos y variados compromisos culturales asumidos por ambos gobiernos. Entre ellos, sin duda el más trascendente, el de preservar y enriquecer las comunidades tangueras del Río de la Plata al postular “Tango” para su inclusión en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de Humanidad elaborada por UNESCO.
Con estos pasos efectivos se intenta además, ratificar la comprensión popular de la Región del Plata como un espacio cultural único y diverso, capaz de desarrollar su integración y fortaleza más allá de avatares y dificultades surgidas desde la economía o la política, estableciendo corredores culturales que permitan la convivencia permanente de artistas y el intercambio de acerbos entre ambas ciudades.
La elección de los Bares y Cafés como escenarios comunes en ambas orillas del gran río, se sustenta en el importante papel que estos espacios han jugado de un modo sostenido en nuestras sociedades, al erigirse enlegítimos ámbitos tanto de integración cultural, como de creación de significados y sentidos que, en última instancia, terminarán por ser irradiados inexorablemente al resto de la comunidad. Bien sabido es, por lo pronto, que en el bullicio o en la mesura de sus mesas se generó buena parte de la poesía, la narrativa y la dramaturgia nacional, se realizaron reportajes célebres, se redactaron manifiestos incendiarios, se polemizó con pasión sobre revoluciones y utopías, se elaboraron teorías sobre la vida y la muerte, se desnudaron amistades y amores legendarios o se forjaron para una nación entera preámbulos y epílogos de jornadas históricas.
Estos Bares y Cafés seleccionados son una muestra del enorme patrimonio material e inmaterial existente en ambas ciudades, con elementos comunes pero a su vez con rasgos distintivos, que debemos preservar como identidad y legado para las generaciones siguientes. Por eso no tenemos dudas de que el Tango encuentra y encontrará en ellos, el medio más adecuado y legítimo para presentarse y representarse en toda su vitalidad a través de jóvenes creadores, estableciendo a través de este ciclo, un diálogo fervoroso y constante entre las comunidades tangueras de las dos ciudades”.
Eduardo León Duter (Montevideo)
Liliana Barela (Buenos Aires)