EL PREMIO ANUAL DE MÚSICA DIO LUGAR A
En el marco del Bicentenario debutó el Premio Anual de Música dirigido sólo a dos rubros: candombe y tango instrumental. Había 200.000 pesos para cada uno pero el de tango fue declarado desierto. Los concursantes cuestionan el fallo.
La convocatoria de inscriptos no llegó a los cien, pero se espera que en ediciones futuras el número se incremente de forma importante. Se trata del Premio Anual de Música, una deuda que estaba pendiente hacia el sector y que desde este año tiene su curso. La ceremonia de entrega se realizó con la presencia del Director de Cultura, Hugo Achugar, del Ministro de Educación y Cultura Ricardo Ehrlich y del asesor del área de música, Popo Romano.
El acto fue calificado de histórico y hubo varias advertencias en la antesala: "iremos aprendiendo sobre la marcha, esto era un debe hacia los compositores y esperemos que sirva de estímulo a la creación. Sabemos que es muy complejo evaluar arte", dijo Romano. "Es un ensayo general de lo que será el premio en el futuro. Sumaremos más categorías y para eso seguiremos consultando. No podemos reducirlas a música clásica y popular", continuó Achugar. Y entre todo lo expresado por Ehrlich destacó la frase: "hay que respetar los fallos que se hacen con total transparencia, y que pueden reconocer tanto una larga trayectoria como a artistas nuevos".
Fue la preparación justa para el anuncio que siguió. En el rubro candombe instrumental ganó los 200.000 pesos Gabriel Estrada con Hojas de mayo, una suerte de milongón sin tambores. Mientras que tango -en la que competían una treintena de piezas- resultó desierta, lo que causó sorpresa.
El pianista Alberto Magnone fue uno de los concursantes, y en diálogo con El País reflejó el malestar por el fallo. Si bien todavía no hubo reuniones formales, algunos músicos protestaron a través de las redes sociales e incluso le enviaron cartas a Romano en busca de explicaciones.
"Intercambiamos mails y conversaciones telefónicas entre los que pensamos igual. El premio fue creado para estimular la creación artística y esto más bien provoca cierta frustración, el efecto contrario al que supuestamente se desea".
"Pero el fallo del jurado es inapelable", continuó. "No hay forma de que se reconsidere, entonces me parecería un gasto de energía presentar un reclamo formal. Exponerme no me importa si sirviera para algo. Además, no debería surgir una confrontación porque aunque a mi juicio el jurado se equivocó tampoco puedo decir que hubo mala intención. Pero sí, es un poco extraño que de treinta ninguno ganara. La impresión general queda como negativa".
Para Camilo Vega, otro postulado, el fallo "fue un robo". "Es frustrante trabajar para un premio y que no lo entreguen".
Romano pone paños fríos al asunto. "Estoy contento con la existencia de este galardón, que además otorga cifras muy interesantes. Creo que una de las características que tenemos los uruguayos es ver la parte del vaso vacío, en lugar de la que está llena. Es un premio fantástico, tenemos que perfeccionarlo y ajustarlo y estamos recibiendo sugerencias constructivas". Sobre el fallo dijo a El País que es "inapelable, autónomo e independiente". Pero como músico se siente "como si tuviera una basurita en el ojo". "Me causa esa tristeza, ese dolor y hace lagrimear. Pero sé que todo esto va a decantar con el tiempo". Romano minimizó la polémica, diciendo que de todos modos, recibió "más felicitaciones que quejas". "Me llegaron dos correos pidiéndome explicaciones. Ya para la próxima los músicos irán más preparados al concurso. Muchos ni sabían de la convocatoria porque no todos acceden al sitio web".
Romano: "este fallo va a generar debate"
El jurado estuvo integrado por Roberto Abitante (Agadu), Carlos Da Silveira (CDM), Miguel Ángel Trillo (Sudei), Diego Legrand (Audem) y Malena Muyala (DNC).
Los jurados desconocían los nombres de los compositores. Por cada uno tenían un número y la pieza a evaluar. Se establecieron sólo dos categorías, tango y candombe, porque fueron géneros declarados Patrimonio Cultural Inmaterial de
ALEJANDRA VOLPI
El País Digital