Tras la publicación en argentina del libro "El padre de Gardel", que afirma que el Zorzal Criollo nació en Francia, el matemático uruguayo Eduardo Cuitiño respondió con 20 argumentos que demuestran que el mítico cantante nació en nuestro país.
Eduardo Cuitiño es un matemático uruguayo experto en probabilidades, interesado desde hace años en desentrañar el misterio en torno al origen de Carlos Gardel. Según sus análisis, el cantante de tangos nació en suelo uruguayo, y ante la reciente publicación en Argentina de un libro que afirma que en realidad era francés, Cuitiño respondió con un documento que resume 20 argumentos que respaldan su teoría, y que aparecen en el libro "Gardel, il morto qui parla".�
Algunos de estos argumentos refieren a que "los que defienden la teoría del origen francés, están en contradicción ahora con la protagonista fundamental de su tesis, Berta Gardes, puesto que sostienen que el padre de Gardel era Paul Laserre, sin embargo, Berta, que engendró un hijo con él, sostuvo que en realidad se llamaba Paul Gardes".
Asimismo expresa que hay un "absurdo en la altura" del cantor, ya que al ser detenido en setiembre de 1904 en una comisaría de Florencio Varela, quedó registrada su altura: 1 metro 60. "Las huellas digitales muestran que efectivamente era Gardel. Sin embargo, al sacar su libreta de enrolamiento en 1923, Gardel sin zapatos midió 1 metro 64 centímetros. Es un absurdo biológico y estadístico que un chico crezca solamente 4 centímetros en todos esos años. Pero es un absurdo que parte de suponer que Gardel nació en diciembre de 1890. Por lo tanto, Gardel no pudo nacer en 1890".
En otro momento analiza una fotografía de Gardel en una escuela de Montevideo. "La investigadora Martina Iñíguez encontró el plano de la escuela número 27 de la calle Durazno esquina Médanos en Montevideo. Ésta foto fue tomada en Montevideo siendo Gardel niño, lo cual contradice su vida en Buenos Aires".
"Charles Romuald Gardes sí fue fotografiado en una escuela de Buenos Aires. El maestro del Colegio Pio IX identificó a éste niño en 1901 como su alumno Charles Romuald Gardes. No era Gardel".
Por último, Cuitiño afirma la falsedad del testamento hológrafo del cantor. "El testamento permitió cobrar derechos de autor, de imagen, por valor 800.000 dólares en un año. Aproximadamente unos 6 millones de dólares actuales. Razón más que suficiente para falsearlo. La caligrafía del testamento es significativamente diferente de la caligrafía de Gardel en el mismo momento. El testamento es un collage letra a letra. Letra a letra hay similitud, pero falla la cohesión entre las palabras largas, y falla pues es falso. El testamento es inconsistente y no válido, puesto que fue firmado como Carlos Gardel, y no como Charles Romuald Gardes. Para tener validez, se debe firmar no por el personaje inexistente legalmente, sino por el contario, por la verdadera persona que relata y aclara".
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