Nina Miranda, Elsa Rivas y María de la Fuente, tres artistas que cautivaron al público hace más de medio siglo, vuelven con sus voces intactas e inalterables. Debutaron con su espectáculo «El retorno de las cancionistas» en el prestigoso Festival Nacional de Tango de La Falda, Córdoba. Actuaron luego en el Festival de Tango de Buenos Aires. Y van por más. De nuevo cantarán en el Histórico Teatro Cervantes con el acompañamiento de la Gran Orquesta Nacional de Música Argentina Juan de Dios Filiberto bajo la dirección del Mtro. Atilio Stampone (de quien son muy amigos) y la participación especial del Mtro. Nestor Schiavone en el piano.
Miércoles 29 de octubre, 20.30 hs.
Teatro Nacional Cervantes - Libertad 815 de la Ciudad Autónoma de Bs. As. Con entrada libre.
NINA MIRANDA
Una vida de película
En el verano de 1939, fue estrenada en el cine Monumental la película “Puerta Cerrada”, gran melodrama protagonizado por Libertad Lamarque.La historia era sencilla, Lamarque, hacia llorar a la platea encarnando a Nina Miranda una cantante que dejo el teatro para casarse y dedicarse a una vida familiar.A veces el cine presagia un destino, Maria Hunter, nacida en Montevideo el 8 de noviembre de 1925, decidió que cuando cantara profesionalmente tangos se llamaría igual que en la cinta.Y ese personaje cobro vida unos años mas tarde en los programas de CX 36 Radio Centenario. Nuestra Nina Miranda recibió los aplausos mas fervorosos cuando la orquesta de Donato Racciati marcaba los compases del tango “Maula”.En el ’55 se instalo en Buenos Aires, ser solista era su meta y “Garufa”, “Mama yo quiero un novio”, “La tigra”, “Fumando espero” acompañaron el éxito en Argentina.Pocas voces cautivaron tanto como la de Nina, y pocas historias reales son tan cinematográficas como la suya.En la radio conoce su gran amor, en 1957 se casa y un año después abandona la carrera por pedido de su esposo.Nina… volvió a ser María por más de cuarenta años, sin cantar y casi sin escuchar los viejos discos grabados para Odeón con Graciano Gómez o para Sondor con Donato Racciati.
Y aquí la ven ustedes, con el fuego sagrado del artista, en la dura decisión de volver al escenario, cantando como hace cuarenta años. Mucho paso en media vida, pero esta intacta la emoción. Lo sabe Nina y lo sabe su público.