ESCUELA TROILO DE LA VIDA

Aníbal Troilo nació en Buenos Aires el 11 de julio de 1914. El Bandoneón Mayor de Buenos Aires, como lo bautizara Julián Centella, falleció en Buenos Aires el 19 de mayo de 1975.

Al despedir sus restos dijo Luis Alberto Sierra:
“¡Silencio! Los bandoneones legendarios del tango están entonando a coro su responso milonguero. Aquí descansa su trajinar itinerario de sueños en noches de tango el Gordo Troilo. Un pedazo grande del alma de la ciudad. Paz en su tumba, Gordo de Buenos Aires”.

El dogor TROILO y sus frases, es como asistir a una escuela de la vida.

"Antes de ponerme el fuelle en las rodillas me ponía la almohada de la cama. Hasta que un día fuimos a un pic nic en lo que había sido el viejo Hipódromo nacional. Habían llevado a dos bandonenistas y tres guitarras, y cuando se fueron a comer yo subí unos escalones, agarré un bandoneón y me lo puse en las rodillas. Esa fue la primera vez. Yo tendría nueve años."

"No hay tango viejo ni tango nuevo. El tango es uno sólo. Tal vez la única diferencia está en los que lo hacen bien y los que lo hacen mal."

"De Buenos Aires tendría que decir muchas cosas... Que es mi vida, que es el tango, que es Gardel, que es la noche... Que es la mujer, el amigo... Tendría que decir muchas cosas y muchas no sabría cómo decirlas... Pero anote esto: agradezco haber nacido en Buenos Aires."

"La calle es el mejor lugar de todos. Se aprende. En el hogar se aprende la educación, pero en la calle se aprende a vivir... y si no me lo digan a mí. Todo lo que aprendí, lo poco y extraño que aprendí, lo aprendí en la calle."

"En la calle Corrientes yo trabajé en dos lugares y muy distintos: en el Germinal y en el Tibidabo. En el viejo café Germinal debuté con Juan Maglio Pacho. Fue una rentré que hizo él después de muchos años sin trabajar. Imagine en la calle Corrientes, angosta, los carteles anunciando a Pacho. El no tocaba, la orquesta se la formé yo con elementos como Héctor Lagnafietta; el cantor era Antonio Maida y otros muchachos como Guisado... Se volcó todo Mataderos, la provincia, había gente hasta en la vereda de enfrente, no podían pasar los tranvías..."

-Por qué cuando coloca su paño de terciopelo sobre las rodillas y toma su bandoneón entrecierra los ojos?
- Honestamente no sabría explicarlo. Posiblemente sea porque me meto adentro de mí mismo. Yo creo que todos los artistas tienen que entregarse cuando hacen algo.

Hay cosas que tienen que ser fundamentales en un hombre: la bonhomía y el respeto. El respeto sobre todas las cosas. Yo tenía 17 años y trabajaba en un cabaret. Sabe cómo les decía a las bailarinas? Cómo está señora? Señora!! les decía...